Relatos Urbanos

24.4.06


Agradecimiento

Las grandes ciudades tienen en común una particularidad: todo sucede cada vez más rápido. El tiempo escasea para generar espacios en los cuales las personas se conecten con sus pensamientos y sentimientos.
Estoy en un shopping comiendo comida rápida, tratando de no sentirme presionada por la gente parada ansiando que yo me atragante para ellos poder sentarse y hacer lo mismo.
En la mesa de al lado se sienta a comer una familia, mamá, papá y bebé. Vienen con su bandeja llena de comida chatarra envuelta en llamativos papeles. Se toman de las manos y rezan agradeciendo por el momento que están viviendo. Alrededor de ellos el mundo no se detiene, sigue su ritmo vertiginoso, en el cual los agradecimientos ya no son moneda corriente.